RINCON DE NOTAS

EL CICLOVIAJERO

El clicloviajero no es un turista, sino un viajante que elige conocer en profundidad cada kilómetro de un lugar, poniendo su propia energía como motor.

Paradójicamente en la soledad de su travesía, el clicloviajero no podría avanzar sin la solidaridad de las personas que se cruzan en el camino.

El cicloviajero es bien recibido en todos lados porque está loco, pero es inofensivo. Y en el cansancio de su cuerpo y la suciedad de su ropa se evidencia el sacrificio y la necesidad de un gesto amigo.

Viajar en bicicleta expresa la libertad de la persona, porque ya no hay horarios ni mandatos, y el cicloviajero dispone del recurso más preciado que el hombre moderno puede desear: el tiempo.

Para viajar en bicicleta es necesario renunciar a las comodidades en las que uno afortunadamente vivió inmerso toda la vida casi sin darse cuenta.

El viaje en bicicleta no es precisamente un viaje de placer. Pués el cicloviajero tiene que enfrentarse a infinidad de adversidades y obstáculos cada día. Pero a diferencia de los problemas que pueden surgir en un día cualquiera de trabajo en la oficina, estos son problemas que deben ser resueltos inmediatamente, porque se trata de sobrevivir. Conseguir agua y comida, conseguir donde refugiarse de una tormenta, reparar la bicicleta en medio de la nada. Por eso, una vez que se resuelven, los problemas dejan de ser problemas y solo queda disfrutar de las bondades del lugar dónde nos encontramos.

Para ser cicloviajero no se necesita mucho dinero, ni un excelente estado físico, ni una bicicleta último modelo. Lo más imprescindible para este viaje es desarrollar la paciencia.

El viaje en bicicleta es una escuela de vida. No se nos ocurre otra manera mejor de viajar que permita conocer y entender a los demás con tanta profundidad. Sin duda son este tipo de experiencias las que contribuyen a formar personas más tolerantes que pueden convivir en armonía con los demás.



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BICICLETA ANACLETA


Juan Cruz Guittard con 4 años:



Cecilia Borrelli con 4 años:




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El cuento de La Comarca

En la Comarca todo parecía ser perfecto. La naturaleza mostraba todas sus facetas, los cielos de a momentos podían ser agresivos, pero pronto comenzaba a desplomarse en delicadas lluvias que caían como caricias sobre las montañas. Así alimentaban las tierras, que se transformaban en los terrenos más fértiles, dónde crecía todo tipo de plantas y árboles de manera casi selvática. Árboles y arbustos crecían unos sobre otros, aunque siempre respetando que todos tengan su cuota de espacio y luz para poder crecer sanos. Las lagunas eran inmensas, gracias a que constantemente estaban siendo alimentadas por incontables ríos y arroyos, que decidían desagotar allí toda la energía que venían juntando desde lo más alto de las montañas.


Con los animales sucedía algo muy curioso. En la comarca convivían cuatro aldeas separadas por unos pocos kilómetros; una era poblada por liebres, quienes vivían en lo más bajo del valle cerca de unos de los más grandes lagos de la zona. Eran excelentes constructoras, hacían enormes mansiones bajo la tierra que se mantenían firmes gracias a las raíces gigantes de los árboles y a lo firme del terreno. Otra aldea era la de las bandurrias, hermosos pájaros que al contrario de las liebres construyeron sus hogares en lo alto del cerro. Sus nidos estaban sobre la copa de los milenarios árboles que cubrían la cima. Desde allí se lanzaban al vacío y casi sin aletear planeaban hasta el corazón de los bosques dónde encontraban su alimento. La tercer aldea era la de los choiques, que vivían en la parte más plana del valle donde tenían todo al alcance para subsistir. Se dice que eran grandes músicos y artistas, será porqué tenían mucho tiempo libre gracias a que no tenían que organizarse para buscar sus alimentos. Por último estaba la aldea de los ciervos, hermosos e inteligentes habitantes de los bosques de la zona que pasaban gran parte de su tiempo investigando nuevas técnicas de alimentación, enseñando a los pequeños  las claves del progreso. 

Entre los habitantes de las cuatro aldeas no existía ningún tipo de contacto. Nadie sabía bien el porqué, pero lo cierto es que las cuatro comunidades prohibían de manera absoluta la más mínima relación de cualquier miembro con otro que no sea de su misma comunidad. Los cachorros, al enterarse que existían poblados tan cerca, siempre preguntaban por qué no podían conocerlos, o cuando su aldea tenía algún problema preguntaban por qué no podían pedir ayuda a sus vecinos. La respuesta de los adultos era siempre la misma: "los dioses así lo quieren y nosotros respetaremos su voluntad. No te atrevas a desafiar las reglas, porque podrías pagarlo con tu propia vida!". De este modo los pequeños, por temor a las represalias, acataban las normas aunque no comprendían por qué lo hacían. Con el tiempo lo asimilaban y trasladaban su temor a los nuevos cachorros. 

Rai Han era un pequeño ciervo, no cualquiera, era el hijo del cacique. Rai siempre fue muy curioso y si bien respetaba a sus dioses y sus leyes, le inquietaba no poder conocer las otras aldeas. Así fue como un día, sin pensar lo que podía llegar a pasar, se largó a la aventura y fue a conocer lo que había más allá de las fronteras de su pueblo. Durante varios días recorrió toda la comarca de punta a punta. Escondido entre los árboles pudo observar las distintas aldeas, y cada vez estaba más confundido, no podía entender por qué no relacionarse con las liebres, bandurrias y choiques que parecían ser tan adorables. Con el correr de los días logró entrar en contacto con algunos cachorros de las otras especies y confirmó lo que sospechaba: eran seres increíbles y juntos pudieron hacer un gran equipo. Se dio cuenta de que no eran ni mejores ni peores, simplemente eran distintos y eso hacía que se complementen perfectamente. 

La alegría no duro mucho más, los soldados ciervos los encontraron y los llevaron con el cacique, quien tuvo la difícil tarea de enjuiciar a su propio hijo. Se sintió tan defraudado por el pequeño Rai que decidió condenarlo a muerte, tal como señalaban las leyes. Los demás animales fueron devueltos a sus aldeas y también condenados. 

Minutos antes de ejecutar a los pequeños cachorros, el cielo se oscureció, se partió en dos y comenzaron a descender algunos dioses. Para sorpresa de todos, algunas deidades tenían forma de liebre, otras de choiques, bandurrias, ciervos y hasta de otros animales. Todos estaban juntos y parecían muy enfurecidos. Al unísono gritaron: "que vergüenza lo que están a punto de hacer. Toda la naturaleza actúa en conjunto, porque somos parte de una misma cosa. Todos cooperan con el resto para crear un ambiente perfecto, menos ustedes. Hace miles de años existieron unos seres inteligentes llamados Hombres, ellos no supieron cooperar con la naturaleza. Junto con lo que llamaron el desarrollo, comenzaron a contaminar los ríos y  las tierras, no escucharon los mensajes sagrados, se enfrentaban y mataban entre ellos solo por ser distintos, tal como están por hacer ustedes. Pero la naturaleza es más fuerte, y finalmente los destruyó. No quieren terminar así, ¿verdad?.

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Me Dejó

Me dejó! Se fue sin que me diera cuenta, o tal vez yo lo dejé ir.

Unos días antes, me había hecho una escena de que se ahogaba... se apagaba. Tratamos de recomponer las cosas y empezar de cero otra vez. Pero debo reconocer que yo no le prestaba suficiente atención. Quizás fueron avisos para que lo cuide un poco mas y yo no hice nada... y finalmente me dejó. 

A lo mejor lo hizo por el bien de los dos, para que seamos libres. Desde que se fue ya no tengo a alguien marcándome los minutos y los segundos; midiendo mis esfuerzos y exponiendo mis resultados, como si tuviera que vivir en una competencia contra mi misma constantemente. 

Ahora voy más tranquila, contemplando y sintiendo mas vivamente todo lo que me rodea. Me transporto en el vuelo de los pájaros, me inundo con los colores del cielo al atardecer y me divierto con las nubes y sus formas extrañas, sin contar cuanto falta para llegar a algún lugar, o a ningún lado...

Tengo a veces la sensación de que lo extraño. Fuimos buenos compañeros durante muchos kilómetros. De vez en cuando necesito su presencia para organizar mi día, pero definitivamente estoy mejor sin él. 

Ojalá alguien te encuentre y te cuide mejor que yo mi velocímetro querido!

Dedicado a mi velocímetro, perdido en algún lugar de la ruta del Pehuén. 


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ODA A LA BICICLETA - Pablo Neruda, 1956

Iba
por el camino
crepitante:
el sol se desgranaba
como maíz ardiendo
y era
la tierra
calurosa
un infinito círculo
con cielo arriba
azul, deshabitado.

Pasaron
junto a mí
las bicicletas,
los únicos
insectos
de aquel
minuto
seco del verano,
sigilosas,
veloces,
transparentes:
me parecieron
sólo
movimientos del aire.

Obreros y muchachas
a las fábricas
iban
entregando
los ojos
al verano,
las cabezas al cielo,
sentados
en los
élitros
de las vertiginosas
bicicletas
que silbaban
cruzando
puentes, rosales, zarza
y mediodía.

Pensé en la tarde cuando los muchachos
se laven,
canten, coman, levanten
una copa
de vino
en honor
del amor
y de la vida,
y a la puerta
esperando
la bicicleta
inmóvil
porque
sólo
de movimiento fue su alma
y allí caída
no es
insecto transparente
que recorre
el verano,
sino
esqueleto
frío
que sólo
recupera
un cuerpo errante
con la urgencia
y la luz,
es decir,
con
la
resurrección
de cada día.

Pablo Neruda, 1956, Tercer libro de las odas.

5 comentarios:

  1. Hola:
    me encantaron los dos escritos que hicion uds. Se los leeré Juan Cruz y Anitaines. soy feliz compartiendo cada historia, llamadas por skipe, mensajes por whatsupp....pero...pero....LOS EXTRAÑO...QUIERO UN ABRAZO UN BESO......
    Mamá Inés

    ResponderEliminar
  2. Hola:
    me encantaron los dos escritos que hicion uds. Se los leeré Juan Cruz y Anitaines. soy feliz compartiendo cada historia, llamadas por skipe, mensajes por whatsupp....pero...pero....LOS EXTRAÑO...QUIERO UN ABRAZO UN BESO......
    Mamá Inés

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  3. Señor escritor del cuento la comarca. Por favor cambie el final.Lo quiero más feliz. Por ejemplo: "los cachorros y Rai se pusieron felices porque los mayores entendieron. Ninguno murió. "
    A.I. tengo 6 años.

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  4. Pfffff!!! Qué alivio me dio leer la dedicatoria final del cuento "Me dejó"... Por un momento llegué a pensar que se terminaban los km., las aventuras, los cuentos,...je! Que siga la fiesta entonces! Seguimos ansiosos esperando nuevos relatos. Sigan cuidándose y disfrutando mucho del viaje soñado y realizado. Carlos

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  5. ay si... esto era justo lo que yo quería!!! (parezco abita!) quiero mas cuentos! ya empezamos con los dibujos!

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